GALLEGOS DEL RÍO
2017-PRESENTE
Gallegos del Río habla fundamentalmente de lo autobiográfico. Un carrete de 35mm con imágenes de antepasados quiso venir a ofrecerme una perspectiva diferente de la casa del pueblo donde yo había pasado tantos veranos (situada en un pueblo de la provincia de Zamora de cuyo nombre recibe el título este proyecto). La presencia de aquellos familiares que no llegué a conocer me animaba a paliar esa falta en mi relato narrativo, pero únicamente a través de recuerdos fotográficos que, al fin y al cabo, yo no había vivido. Por ello, la única vía que se me presentaba era acercarme a dicho episodio partiendo de los fotogramas en negro y tratar de reescribirlo a través de mi experiencia con la casa del pueblo, que venía a ser el mismo escenario, al fin y al cabo, de dos temporalidades diferentes. El poder evocador de los objetos que albergaba me animó a trabajar con los interiores: emprender un diálogo fotográfico con el carrete del que partía y, por otro lado, realizar varias intervenciones tanto gráficas como escultóricas que evidenciasen la fragilidad de los relatos que la casa albergaba ante un peligro inminente de derrumbe.